sábado, 23 de abril de 2016

Baden-Powell escribió sobre San Jorge.- Y, además, este año 2016 el 23 de Abril conmemoramos también el ¡400 aniversario del fallecimiento de Cervantes! ¡Felicidades en el día de San Jorge a la gran familia Scout!.-






Estatua de San Jorge, también Patrón de Berlín. 

En Asociación de Antiguos Scouts y Guías de la Provincia de Cádiz: 23 de Abril, San Jorge 2016, Patrón Mundial de los Scouts.-

El 23 de Abril es el día de San Jorge, y en ese día, los Scouts se recuerdan a sí mismos que deben cumplir con su Promesa y Ley Scout. No que un Scout la pueda olvidar, pero en el día de San Jorge, el dedica especialmente su voluntad a recordarla y cumplirla. 
Baden-Powell quiso que los muchachos tomasen los principios de justicia y defensa de los más débiles de los caballeros medievales y los usó a menudo como ejemplo y como base para la Ley Scout. Por eso Baden Powell eligió a san Jorge como patrón de los scouts de todo el mundo.
El relato de BP en su libro “Historias para Boy Scouts”, de 1909, dice así:

Todos los scouts deberían conocer a San Jorge. San Jorge es el Santo Patrón de Inglaterra. También es el Santo Patrón de la caballería en todos los países y por lo tanto el Patrón de los scouts.
En la Fogata 20 de “Escultismo para muchachos”, B.P. habla a los scouts del código de los caballeros:
La Ley de los caballeros era ésta:


Estad siempre listos, con vuestra armadura puesta, excepto durante el descanso por la noche.

En cualquier cosa en que trabajéis, tratad de ganar honor y fama de honestidad.

Defended al pobre y al débil.

No hagáis nada que hiera u ofende a alguien.

Estad preparados para pelear en defensa de vuestra patria.

Jamás faltéis a vuestra palabra.
Defended al honor de vuestra patria con vuestra vida.
Es mejor morir con honor, que vivir con vergüenza.

La Caballería requería que la juventud se adiestrara en oficios laboriosos y humildes, con alegría y gracia, y ejecutara buenas acciones para los demás.
Éstas eran las reglas principales de los antiguos caballeros y de las cuales se deriva actualmente la Ley Scout.
Un caballero o un Scout es siempre un caballero. Muchas gentes piensan que un caballero ha menester mucho dinero; pero el dinero no hace al caballero. Un caballero es aquel que guarda las leyes de la "Caballería".
También nos dice que San Jorge es el tipo que deben seguir los Scouts:
Cuando se le presentaba una dificultad o un peligro por grande que pareciera –aun en la forma de un dragón- ni la esquivaba, ni la temía, sino que le hacía frente con todas sus fuerzas y las de su caballo. Aún cuando armado inadecuadamente, pues sólo contaba con una lanza, se arrojó contra el dragón e hizo cuanto pudo, venciendo la dificultad que nadie se había atrevido arrostrar.
De esta manera exactamente es como los Scouts deben enfrentarse a las dificultades y a los peligros, sin tomar en consideración los grandes o terroríficos que pueden parecer, o lo mal equipados que se encuentren para hacerles frente. Deberán arrostrarlos valientes y confiados, usando de todas sus fuerzas para vencerlos y las probabilidades son que saldrán victoriosos”

San Jorge podría ser el prototipo de caballero andante.

Un caballero andante debía ser un miembro de una de estas órdenes que, por orden de su señor o por obligación moral (por ejemplo, por imposición de una promesa a su dama), viajaba grandes distancias, ya sea persiguiendo un objetivo concreto o no, aceptando o provocando desafíos, resolviendo entuertos (injusticias) y protegiendo a los desfavorecidos (doncellas, viudas y huérfanos). Estos hechos (hazañas) hacían ganar al caballero una gran fama (paralelo al concepto de honra u honor, popularidad y prestigio, objetivos principales de la época, que equivalía a una vida más allá de la muerte.

Al igual que San Jorge, el espíritu de la caballería estaba en Don Quijote, excepcional obra de Miguel de Cervantes, del que celebramos el 400 aniversario de su  muerte.

Don Quijote nos ofrece en el capítulo XIII de la primera parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha una concisa historia y explicación de en qué consiste el oficio de caballero andante, según sus nociones, no siempre correctas.
''–¿No han vuestras mercedes leído –respondió don Quijote– los anales e historias de Inglaterra, donde se tratan las famosas hazañas del rey Arturo, que continuamente en nuestro romance castellano llamamos el rey Artús, de quien es tradición antigua y común en todo aquel reino de la Gran Bretaña que este rey no murió, sino que, por arte de encantamento, se convirtió en cuervo, y que, andando los tiempos, ha de volver a reinar y a cobrar su reino y cetro; a cuya causa no se probará que desde aquel tiempo a éste haya ningún inglés muerto cuervo alguno? Pues en tiempo de este buen rey fue instituida aquella famosa orden de caballería de los caballeros de la Mesa Redonda, y pasaron, sin faltar un punto, los amores que allí se cuentan de don Lanzarote del Lago con la reina Ginebra, siendo medianera dellos y sabidora aquella tan honrada dueña Quintañona, de donde nació aquel tan sabido romance, y tan decantado en nuestra España, de:

Nunca fuera caballero
de damas tan bien servido
como fuera Lanzarote
cuando de Bretaña vino;

con aquel progreso tan dulce y tan suave de sus amorosos y fuertes fechos. Pues desde entonces, de mano en mano, fue aquella orden de caballería estendiéndose y dilatándose por muchas y diversas partes del mundo; y en ella fueron famosos y conocidos por sus fechos el valiente Amadís de Gaula, con todos sus hijos y nietos, hasta la quinta generación, y el valeroso Felixmarte de Hircania, y el nunca como se debe alabado Tirante el Blanco, y casi que en nuestros días vimos y comunicamos y oímos al invencible y valeroso caballero don Belianís de Grecia. Esto, pues, señores, es ser caballero andante, y la que he dicho es la orden de su caballería; en la cual, como otra vez he dicho, yo, aunque pecador, he hecho profesión, y lo mesmo que profesaron los caballeros referidos profeso yo. Y así, me voy por estas soledades y despoblados buscando las aventuras, con ánimo deliberado de ofrecer mi brazo y mi persona a la más peligrosa que la suerte me deparare, en ayuda de los flacos y menesterosos”.