lunes, 10 de noviembre de 2014

Diario La Verdad de Murcia ¿Dónde está 'El Durmiente' de Sierra Espuña? La escultura de un joven scout lleva casi 75 años enterrada en paradero desconocido.-


Perdida. Busto de 'El Durmiente', pieza enterrada en un lugar hasta hoy desconocido.

¿Dónde está 'El Durmiente' de Sierra Espuña?

  • La escultura de un joven scout lleva casi 75 años enterrada en paradero desconocido


Al pequeño scout Mariano Serrano lo enterraron dos veces. La primera, tras fallecer de un desventurado accidente mientras jugaba al fútbol con sus amigos. Apenas contaba siete años de edad. Y la segunda, para nuevo desconsuelo de sus padres, cuando el dictador Franco ordenó que se confiscaran los símbolos de los exploradores. Uno de ellos era la espléndida escultura que honraba la memoria del niño y engalanaba un paraje en Sierra Espuña.

Para evitar su destrucción, la pieza fue sepultada en un lugar secreto. Los cinco exploradores que la escondieron juraron que nunca revelarían el paradero. Todos, hasta la muerte, cumplieron su palabra. Desde entonces lo conocen como 'El Durmiente'. Y lleva casi 75 años soñando con ser recuperado.
Mariano Serrano Mena falleció el 6 de julio de 1928 en Águilas. Era guía de patrulla -esto es, el líder y hermano mayor- de un grupo llamado 'El lobo'. Como recordó José María López en su obra 'Los Exploradores Murcianos 1913-1940', el niño era &ldquouno de los mejores [scouts] de España y del mundo escultista&rdquo. Su pérdida fue tan sentida que pronto se propuso erigir un monumento en su recuerdo.

Todos los diarios murcianos se hicieron eco el 18 de julio de 1930 de la Gran Semana que celebrarían los exploradores. Los actos previstos incluían varias misas, conferencias, sesiones de cine patrocinadas por «la acreditada Casa Iniesta» y actuaciones de la Banda de la Misericordia, encargada cada día de tocar la diana y la retreta del campamento mientras se izara o arriara la bandera.

La inauguración de la escultura se anunció para el día 24 de julio. El diario 'El Tiempo' recordó entonces que hacía dos años desde el fallecimiento del joven por «un accidente de fútbol ocurrido entre juego de niños». El redactor recordaba que los exploradores iniciaron la colecta para erigir en su memoria una escultura y el escultor Nicolás Martínez Ramón «supo plasmar magistralmente la idea».

El rotativo incluía una referencia sobre la ubicación de la pieza: «El monumento ha sido colocado en el sitio que arranca la empinada senda que conduce al campamento de Águilas, entre la frondosidad de más soberbios pinos».

La presentación de la obra fue precedida por una misa de campaña, tras la cual se retiró la bandera que cubría el busto mientras sonaban los acordes del himno de los exploradores. Otra de las piezas que se interpretó, a violín, fue la canción 'Yo tenía un camarada'. El discurso quedó a cargo de Juan Antonio Dimas, jefe de la Tropa de Madrid. Celebrado el desfile, cuatro jóvenes quedaron de guardia de honor junto al monumento, que había sido adornado con macetas y flores traídas desde Águilas. Entre los asistentes ilustres se encontraba Isidoro de la Cierva.

La escultura representaba al joven ataviado con el blusón de explorador y mantenía entre sus manos la bandera. El lugar elegido para colocarla no es desconocido, pues aún se conserva allí la base original. Está en un bosque de pinos situado encima de Fuente Rubeos, cerca del Centro de Interpretación Ricardo Codorniú.

Durante diez años pudo admirarse esta obra, que pronto se convirtió en un símbolo del mundo scout en la Región. Hasta que una orden fechada el 22 de abril de 1940 estableció «la suspensión de actividades de la Asociación Nacional de los Exploradores de España».
Hasta 1974 se mantuvo el movimiento proscrito, aunque ya a finales de los años 50 se consintió bajo la tutela de la Iglesia.

La destrucción de los símbolos del movimiento incluía la escultura de Mariano Serrano. Por fortuna, alguien dio el aviso a tiempo y un grupo de cinco scouts subieron al monte, desmontaron la pieza y la enterraron envuelta en sacos y mantas. Allí mismo pronunciaron el juramento de guardar hasta la tumba su secreto. La muerte prematura de uno de ellos animó al resto a respetar la promesa. Y así fue, aunque el último superviviente ofreció algunas pistas sobre la ubicación al revelar que fue sepultada junto a tres grandes pinos con nombre scout. Dos de ellos eran 'lobo rojo' y 'lobo negro'.

La Federación de Asociaciones de Scouts de Murcia se propuso recuperar esta escultura para devolverla a su vacío pedestal y conmemorar así el centenario de la institución. De momento, continúan los trabajos. Mientras tanto, en unos días la ciudad erigirá otra escultura en el jardín de la Seda como homenaje al escultismo. También representa a un joven cargado con la típica mochila y en movimiento. Como si se dispusiera a correr hasta Espuña para recuperar el busto perdido del recordado Mariano.